El azar representa la casualidad, aquello que no planeamos nosotros y ni el resto de las personas. Cuando se producen encuentros al azar podemos decir que son los más genuinos de todos los encuentros. Es una forma avanzada de libertad, donde el respeto por los demás se materializa con el consentimiento. No se puede definir hacia donde se dirige este movimiento a priori, pero si que si existe respeto por las decisiones de cada uno, sin obligar al otro a hacer lo que no quiere, seguro se llegue a buen espacio.
Para que empiece el movimiento, tiene que haber una acción propia, es decir, moverse del lugar, no quedarse estático. Allá vamos!!!
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