Diversas sociedades sufren aún de inestabilidades inflacionarias. Claro es el ejemplo de los países latinoamericanos y sus índices inflacionarios por arriba de los 2 dígitos.
La economía como ciencia ha avanzado fuertemente en las últimas décadas respecto a este flagelo. Sin embargo, se desconoce cuál es la manera de disminuir la inflación dinámicamente inestable, para decirlo en términos matemáticos.
El intento neoclásico de planchar o frenar la economía con política monetaria contractiva, ha tenido fuertes reveses con respecto a la formulación de expectativas. Es decir, la forma de pensar de los agentes económicos es esquiva a esta solución. Y de hecho ha traído más problemas que soluciones. En muchos casos, desató recesiones junto a mayor inflación.
Asimismo, fijar un tipo de cambio para anclar la política monetaria y las expectativas, ha de tener resultados en el corto plazo. Pero cabe mencionar que en el mediano y largo plazo, desmorona la actividad productiva por el hecho del atraso cambiario y la pérdida de competitividad.
Aquí les presento una tercera vía, un camino diferente para lograr estabilidad inflacionaria y crecimiento al mismo tiempo.
El título del artículo tiene una causa y es debido a que en el mismo se encuentra la solución que voy a plantearles. La estructura económica de un país puede definirse como la separación entre sectores. En algunos países prevalecen unos sectores a otros. Estos son el primario, el secundario y el de servicios. Las cuentas nacionales, por medio de la matriz insumo - producto, dividen la actividad económica de esta forma.
Luego de haber presentado esta clasificación macroeconómica, podemos utilizar una lupa que se fije sobre los individuos o agentes económicos. Estos tienen diversas formas de razonar, y entre ellas se encuentra la optimización como una de sus principales herramientas. Aunque no seamos conscientes de esto, todos, en mayor o menor medida, hacemos cálculos.
El problema radica cuando los agentes económicos estiman lo que va a suceder en el futuro. Podemos preguntarnos, ¿Qué información tienen a su disposición?¿Qué variables observan?, ¿toman en cuenta el pasado y el presente?.
Volviendo sobre el punto de vista macroeconómico y en pocas palabras, si un aumento generalizado de precios indica que la demanda agregada es mayor a la oferta agregada, podemos optar por dos caminos. El primero es contraer la demanda agregada. El segundo, es expandir la oferta agregada, de tal forma que se reduzcan los excesos de demanda locales.
Ahora bien, ¿Cómo se expande la oferta agregada bajo contextos inflacionarios, hiperinflacionarios, recesivos o de depresión económica?. Esta respuesta y solución sería necesaria y suficiente para alinear el crecimiento de la estructura económica con expectativas hipersensibles.
La difícil tarea de que los agentes económicos inviertan en la estructura real de la economía, es decir, creando empresas o desarrollando otras, con actividad de producción, distribución o servicios no financieros. La dificultad, vuelvo a repetir, se vincula en la decisión de los agentes de invertir en términos reales o financieros. También he de considerar una tercera opción que es la de quitar ahorros del sistema.